No descubrimos nada al mencionar que desde los últimos meses de 2022, Diego Schwartzman atraviesa una compleja etapa en el circuito ATP desde que se metió merecidamente en la elite y su nombre se codeó con los mejores del mundo. Las vacaciones y la pretemporada hacían pensar que el “Peque” recuperaría energías y su mejor tenis podría estar de nuevo, pero hasta el momento eso no ocurrió. En 2023 jugó 6 partidos, perdiendo 5 siendo la primera ronda del Australia Open su única victoria en la corriente temporada. Incluso, decidió no jugar Copa Davis como visitante ante Finlandia en busca de la mejor puesta a punto para la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo, una de sus favoritas, pero cosechó 3 derrotas en el debut. Más allá del bajón tenístico, es necesario mencionar que el padre de Diego atravesó un difícil momento de salud a comienzo de años y eso también afectó, obviamente, el enfoque del tenista argentino. Y todos sabemos que para Schwartzman, el apoyo de su familia es algo clave, ya que son muy unidos y cada vez que pueden lo acompañan en los torneos.

SIlvana Daiez Llegamos a vender el motor del auto para que Diego pueda viajar

De lo que ocurre adentro de la cancha, sin dudas vemos a Diego sin confianza, luchando pero no encontrando los caminos ante rivales que saben esto y no dudan en atacarlo. Su condición de top 50 corre peligro, pero lo más importante que nuevamente pueda disfrutar dentro de una cancha de tenis, que sienta la pelota como lo hace habitualmente y lo que lo llevó al top ten. Cerca de 5 años dentro de los 25 mejores del mundo también generar un fuerte desgaste, tanto físico como emocional, de eso no hay duda. ¿Será en Indian Wells y Miami la recuperación del porteño?