Arthur Ashe es un nombre muy importante en el mundo del tenis, pero durante la celebración del Abierto de Estados Unidos lo escuchamos más a menudo. El estadio principal lleva su nombre honrando la vida y obra de una persona que dejó su huella en la sociedad. Conocé los grandes logros deportivos y las principales acciones de Arthur.

Nacido el 10 de julio de 1943 en Richmond, Virginia, el pequeño Ashe comenzó a jugar al tenis a los 7 años y se desarrolló en el deporte pese a las leyes de segregación racial, las cuales entre otras cosas no le permitían entrenar en canchas techadas. Contó con el asesoramiento del Dr. Robert Walter Johnson, un doctor en física que ejercía su rol de entrenador de Althea Gibson, otra pionera de la comunidad negra en el tenis. Pese a no poder jugar los torneos juveniles tradicionales por su color de piel, Arthur se especializó en el tenis colegial y consiguió una beca universitaria en la Universidad de Los Ángeles (UCLA) en 1963, mismo año en que se convirtió en el primer hombre negro en ser convocado a la Copa Davis por Estados Unidos. Ganó dos Ensaladeras como jugador y luego otras dos como capitán, en 1981 y 1982.

En 1965 se consagró campeón individual de la NCAA, el campeonato universitario, lo que llamó la atención del mundo del tenis. Un par de años más tarde, fue el primer campeón del Abierto de Estados Unidos, el tradicional certamen que por primera vez aceptaba tenistas profesionales. Al ser universitario, no pudo cobrar el cheque de campeón. En 1969 se hizo tenista profesional y en 1970 levantó su segundo major al coronarse en el Abierto de Australia. Sin embargo, el triunfo más relevante de su carrera deportiva llegó en 1975, cuando con 32 años venció ante todo pronóstico a Jimmy Connors en la final. 

La vida de Ashe estuvo marcada por sus luchas. Una de sus causas fue la resistencia a la segregación racial en su país y también al Apartheid en Sudáfrica, país al cual le fue denegado su ingreso en varias oportunidades hasta que en 1973 fue aprobada su visa. Ese año ganó el torneo de dobles junto a Tom Okker. En su visita a la nación sudafricana se reunió con Nelson Mandela y otros referentes anti Apartheid.

A medida que su figura se acrecentaba, Arthur comenzaba a padecer problemas de salud. En 1979, durante una clínica de tenis sufrió un ataque al corazón que terminó con su carrera tenística. En 1988 debió ser operado a corazón abierto y una transfusión sanguínea hizo que el tenista contraiga SIDA. Recién en 1992 dio a conocer la noticia y se convirtió en un referente social de la enfermedad llegando incluso a crear una fundación con el objetivo de prevenir SIDA y difundir sus cuidados.

El destino quiso que su vida culminara el 6 de febrero de 1993 producto de una neumonía derivada del SIDA. Aquel día, Arthur pasó a la inmortalidad para siempre. En 1997, la USTA eligió ponerle su nombre al nuevo estadio principal del US Open, el cual es el estadio de tenis más grande del mundo.