Den Bosch, Bolduque o el difícil ´s-Hertogenbosch son formas de llamar a la localidad que esta semana está albergando dos torneos profesionales de tenis, un ATP 250 y un WTA 250, que dan inicio a la gira de césped en el circuito principal. Allí en los Países Bajos han regresado Milos Raonic y Venus Williams.

El día lunes fue el turno del canadiense de 196 centímetros de estatura, ex número 3 del mundo y finalista de Wimbledon en 2016. Milos decidió volver en la gira de césped tras 23 meses sin competir a nivel oficial por diversas lesiones, principalmente su pantorrilla y pierna derecha. Su rival fue Miomir Kecmanovic, quinto cabeza de serie, y el nacido en Podgorica hizo un gran partido concretando 15 aces y ganando el 92% de puntos con su primer servicio. Fue triunfo por 6-3, 6-4 sobre un jugador nueve años más joven y plenamente activo, lo que da cuenta que eligió volver en un muy buen nivel y no a probar suerte. Jugará ante Jordan Thompson en octavos de final.

Hoy fue el turno de Venus Williams, una de las tenistas más ganadoras de la historia con 7 títulos de Grand Slam y 11 semanas como número 1 del mundo. En la semana en que cumplirá 43 años, la mayor de las hermanas Williams retornó en el WTA 250 de ´s-Hertogenbosch con derrota ante Celine Naef, 202° del ranking mundial, por 6-3, 6-7(3), 2-6. La estadounidense estuvo break arriba en el segundo pero no pudo concretar la victoria. En su caso no arrastra molestias físicas como Raonic, pero sí elige selectivamente qué torneos jugar como lo hizo en Auckland en el mes de enero. El día de hoy contó con su hermana Serena en su banco apoyándola.

Casos bien distintos, un jugador que busca dejar atrás las lesiones y una vieja gloria que simplemente disfruta la competencia. Se ha movido bien la organización del torneo neerlandés para atraer figuras atractivas para el público local.