El alemán Boris Becker, ex número 1 del mundo y una de las máximas figuras del tenis, pasó casi 8 meses en prisión tras ser condenado por ocultar bienes al fisco. Ya en libertad condicional, el europeo volvió a trabajar como comentarista, pero no olvida la experiencia en la cárcel y así lo reflejó en una entrevista que le realizó Sebastián Torok para La Nación.

“Cuando eres tan joven y te arrojan al gran océano con todos los tiburones, es muy difícil aprender a nadar. Pero una vez que aprendes es como sentir una sensación de invencibilidad”.

“A los 17 gané mi primer millón. El dinero se va por la ventana, pierdes el sentido del valor. No sabes que el 99 por ciento de la gente nunca gana un millón de libras”

“Con el diario del lunes todos somos unos genios. Pero bueno, tengo que aceptar las cosas como fueron. Así como acepté lo bueno, tengo que aceptar lo malo. Soy muy afortunado por la vida que tengo y no la cambiaría por nada en el mundo”

“La cárcel es un castigo muy severo y se supone que así debe ser, y el que diga que la vida en la cárcel es fácil es un mentiroso. La vida ahí es durísima, es la supervivencia del más apto y cada día hay que encontrar la manera de sobrevivir. Eso me enseñó algo que quizás ya sabía pero que nunca había tenido que aplicar en la vida, y todo eso que aprendí me siguió ayudando cuando recuperé la libertad. Lo cierto es que fue muy, muy duro, pero ya hice las paces con esa parte de mi vida, acepté lo que pasó, y realmente espero haber aprendido.”