Miércoles de condiciones extremas se vive en Nueva York con un termómetro que llegó a marcar los 37° C y una sensación térmica de 39°C, que en cancha se eleva unos cuantos grados más, sumado a la alta humedad. En ese escenario, Daniil Medvedev superó en tres sets a su amigo Andrey Rublev en un partido lleno de polémicas y reclamos de ambos tenistas. El ex número 1 del mundo soltó incluso una frase que hizo ruido.

Pese a las quejas de los dos tenistas rusos debido a las altas temperaturas, la organización del torneo solo atinó a cerrar parcialmente el techo del estadio Arthur Ashe. El calor era tan palpable que las gradas estaban llenas, a excepción de una pequeña zona en la cual el sol impactaba de pleno. En esa zona no había público. El alto precio del boleto no valía como para quemarse vivo.

Fue durante un descanso entre punto y punto que Daniil Medvedev dijo, consciente de que los micrófonos lo captarían, una muy polémica frase. “Se les va a morir un tenista y ahí van a ver” dijo el campeón de 2021, muy posiblemente hablando de los organizadores del torneo.

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El soldado del invierno pudo sellar su victoria en sets corridos al concretar su quinto match point. Definitivamente no quería pasar un minuto más en pista y apuró el trámite para ganarlo en tres. Tras el partido, el ruso redobló la apuesta: “Afortunadamente ambos hemos salido vivos” dijo en la entrevista con Darren Cahill en cancha.