En 2013, Marion Bartoli tuvo su momento más importante como tenista al conquistar Wimbledon tras derrotar en la final a la alemana Sabine Lisicki. Poco tiempo después, las cosas comenzaron ir mal para la francesa, tanto dentro como fuera de la cancha y tuvo serios problemas de salud. Hoy, ese capítulo parece estar superado y su impactante testimonio es de mucho valor para conocer por lo que atravesó.

"Al principio, era un deseo perder peso y luego se convirtió en una obsesión. Lo que era mi fortaleza durante mi carrera, hablo de mi fuerza mental, en este tema se me convirtió en una contra"

"Le hice mucho daño a mi salud, mis padres querían ayudarme pero yo no lo permitía"

"Un año, en Wimbledon no me dejaron jugar el torneo de leyendas, me dijeron: ´Marion, no podemos dejarte jugar porque no podemos correr el riesgo de que tengas un infarto en cancha'. Eso fue un shock para mí porque sentí que en ese momento sacaban el tenis. Y podrías quitarme cualquier cosa menos el tenis. Es mi vida y siempre lo será"

"Wimbledon me hizo y Wimbledon me salvó tres años después. Si no hubiera tenido esa llamada de atención, probablemente seguiría bajando y bajando más”